La madera contiene desde su creación abundante cantidad de agua en su interior. Cuando se realiza el secado para la construcción de casas de madera, los troncos de madera pierden una buena cantidad de agua de su interior pero no toda ya que al ser una materia prima se comporta como un material higroscópico, es decir, que tiene la propiedad de dar o ganar humedad mediante el intercambio con la humedad que predomina en el medio ambiente que la rodea, hasta que alcanza un estado de equilibrio entre el valor de la humedad relativa del aire y el contenido de humedad de la madera.
La higroscopicidad de la madera, hace que la madera en condiciones normales de uso siempre contenga una cierta cantidad de agua en las paredes de las células que la conforman pero además y lo más importante, es que la variación de esa cantidad de agua tiene grandes implicaciones en las demás propiedades como son su resistencia mecánica, su aptitud para el trabajo con máquinas y herramientas, su aptitud para recibir acabados y adhesivos, el poder calorífico que puede generar, su resistencia al ataque de hongos y xilófagos (de pudrición), su aptitud para la impregnación, en el peso y, sobre todo, en los cambios dimensionales que sufre la madera a consecuencia precisamente de la variación en su contenido de humedad.
El contenido de humedad (CH) es la cantidad de agua que existe en una pieza de madera. Referido a un porcentaje del peso anhidro de la madera, su valor puede ser superior al 100 %, por ejemplo, una pieza de madera verde que pesara 12.5 kg y registrara un 150 % de CH, significaría que la cantidad de agua que contiene pesa 1.5 veces lo que pesa la pura madera, es decir, que en esa madera 5 kg son madera y 7.5 kg son agua.
La madera en servicio presenta un contenido de humedad que generalmente oscila entre 6 y 18 %, dependiendo del tipo de uso, de si está expuesta a la intemperie y dependiendo de la época del año; dicha variación de humedad en la madera puede ocasionar varios problemas o inconvenientes:
• Problemas de manchado. Cuando la madera se mantiene a altos contenidos de humedad se desarrollarán los hongos que manchan la madera en tonalidades grisáceas, verdes o azules, depreciando la madera y limitando su utilización para muebles en acabado natural, o en todo caso obligando a entintar la madera para ocultar la mancha elevando costos de producción.
• Deformaciones. Si se utiliza madera con elevado contenido de humedad, ésta posteriormente se secará ya en el mueble terminado, haciendo que las contracciones que experimenta la madera, que son de diferente magnitud en cada dirección respecto a sus fibras, provoque la deformación de las piezas y del mueble en su conjunto, siendo obviamente motivo de rechazo, además del aflojamiento de los ensambles por la reducción de espesor de las espigas, pernos o lengüetas.
• Grietas y rajaduras. Cuando las contracciones por la pérdida de humedad en la madera son intensas, los esfuerzos de tensión que en ella se producen tienden también a provocar la separación de las fibras, lo que se conoce como grieta y/o rajadura, desmeritando la calidad del mueble y fracturando el acabado.
• Desprendimiento de acabados. El exceso de humedad en la madera evita que los recubrimientos como lacas, barnices, pinturas, etc., se puedan fijar o anclar adecuadamente en la superficie de la madera. La falta de compatibilidad entre el agua y los solventes, así como el ocupamiento de los poros de la madera por agua son las principales limitantes para la fijación de los recubrimientos, haciendo que éstos se desprendan, en todo caso, en breve tiempo.
• Uniones débiles con adhesivos. Los principales adhesivos que se utilizan para pegar la madera en la fabricación de muebles son a base de acetato de polivinilo, el cual es susceptible de diluirse con agua; si la madera tiene exceso de humedad habrá una dilución del adhesivo, bajará su concentración de sólidos y, como consecuencia, las uniones en los ensambles, acoplamientos y empalmes serán de baja resistencia mecánica y con ello todo el
mueble.
• Superficies lanosas. Cuando se habilita una pieza de madera húmeda, el proceso de corte con sierras, cuchillas o fresas no será uniforme debido a la “flexibilidad” de las fibras de la madera húmeda, ya que éstas, en vez de cortarse uniformemente, son más bien aplastadas al paso de la cuchilla levantándose posteriormente dando una superficie lanosa o “apelusada”.
Para lograr que el cepillado, moldurado o lijado produzca una superficie lisa y tersa. La madera debe estar adecuadamente seca, solo así serán cortadas las fibras uniformemente.
La madera tiende a estabilizarse o mantenerse en un determinado contenido de humedad. El contenido de humedad en la madera (CHE) estará en relación con el nivel de humedad relativa y temperatura del aire, pero sobre todo, lo que se debe considerar es que cuando se alcanza el CHE la madera se mantiene estable también dimensionalmente, evitándose todos los problemas antes indicados.
Todo ello se refleja en la calidad de las casas de madera prefabricadas, calidad que se manifiesta desde el proceso de corte, cepillado, pulido y, sobre todo, del comportamiento cuando ya está en uso.
Por lo anterior, es muy importante que el fabricante pueda cerciorarse de qué contenido de humedad tiene la madera que va a cortar o maquinar y decidir si ya está en condiciones de procesarse.